Murió en 1430, duque de Brabante y de Limburgo (1427-1430), segundogénito de Antonio de Brabante y de Juana de Saint-Pol. Sucedió a su hermano Juan IV en 1427, quien, ya antes de su muerte le había confiado el gobierno de Brabante y adoptó una actitud hostil a Felipe III el Bueno. Muerto sin dejar heredero directo, sus bienes pasaron al duque de Borgoña.